martes, 26 de enero de 2010

¡¡¡Que Calor!!!


Y si, se vino el verano, se vino el calor, el calentamiento global, mental y corporal, las calles de buenos aires se llenan de cuerpitos argentinos dorándose al sol, avalados por el machismo que les permite pasearse semidesnudos por toda la ciudad sin tener en cuenta que las almas mariconas sufrimos de alta presión. Por dios, los ojos se me transforman en molinetes de subte, en veloces ventiladores que no logran hacerme bajar el calor, intentando no dejar pasar ningún torso, ningún culo, ninguna abdominal… cartoneros bronceados por los días de trabajo remontando carros con sus miembros colgando debajo de sus shores futboleros bien marcados, san Telmo arde y los muchachos hacen saltar los empedrados eternos y mi caliente imaginación… mucho shorcito de fútbol por estos lados, y el cuadro me da lo mismo que se yo, aunque los bosteros son mi predilección, quizás sea por que me gusta por la boca o no? y por barrio norte mucho short de rugby mucho músculo a fuerza de enredos corporales entre tacle y tacle, pero los mismos cuerpitos dorándose al sol. De todos los tamaños, de todos los colores, de todos los sabores, de todos los olores… hombres y mas hombres apoderándose de la ciudad con sus torsos brillando de transpiración. En la reserva hombres correteando su sanas costumbres haciendo aeróbic chorreando sexo, y entre los matorrales retozan cuerpitos al ritmo de algún reggeton… yo me quede varada en el cemento, pero igual una es darviniana y se adapta para sobrellevar lacalor, así que por lo menos, mis ojos, se llenan de belleza masculina urbana y aun sin baldecito y sin arena, construyo mentalmente mis castillos en el aire imaginándome retozando con algún príncipe de esos que se apoderan de buenos aires con su andar de machito bosterito resbalando eróticamente en su transpiración. Lo que mata es la calor. Buenos aires no da tregua. Machitos, pendejitos, maduritos, mariquitas de hotel axel musculadas de culo respingon… de todo como en botica, supermercado de carne, feria de machos, kermese de varonil sexo enloquecedor. Flaquitos, gorditos, ositos, bajitos, cada uno tiene su toque encantador, o quizás, yo tengo la vista nublada por esto de la insolación. En el mercado el carnicero manejando las achuras o el peceto, mas allá el musculoso verdulero, acomodando choclos sonriendo, en las calles tocando bocinazos algún guapo colectivero… lo que mata es la calor de mi imaginación que vuela sin razón. Esto es buenos aires, estas son las vacaciones porteñas para los que se quedan por lo menos a vivir de una ilusión… y sigo taconeando sacando chispas en el cemento pensando locamente que quizás llegue mi romeo y espero en ese momento tener un ramo de novia en la mano aunque sea de ruda macho por favor (porque yo me quiero casar… usted no?)… recién empieza el verano y lo que me mata es la calor… el calor de tantos cuerpos argentinos… dorándose al sol…

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